Las demandas de la sociedad global, la influencia de nuevas tecnologías de comunicación e información, los conceptos contemporáneos de memoria social y patrimonio cultural amplían el ejercicio de los derechos culturales y la crítica de la identidad homogénea construida desde la exclusión. Además, exigen a los espacios culturales replantear sus discursos para integrar diversas ópticas y crear nuevas relaciones con la ciudadanía.
El Museo Nacional del Ecuador es un proyecto en construcción permanente de relaciones sociales y de producción de conocimientos, donde el género y la interculturalidad pasan de ser un simple enunciado, a convertirse en ejes transversales de su trabajo. La inclusión de distintas dinámicas culturales, que atraviesan estos ejes, está reflejada en ejemplos de procesos contemporáneos de creación y construcción de un diálogo social.